Los suelos sostienen numerosos procesos en la Tierra que son esenciales para la existencia de una biósfera en equilibrio. El suelo puede ser descrito como un medio compuesto de biodiversidad, minerales y nutrientes que son necesarios para la existencia de bosques sanos.
La última década se ha caracterizado por la ocurrencia global de diversos eventos meteorológicos extremos como lluvias de gran intensidad, inundaciones, huracanes, sequía y olas de calor nunca antes vistas en determinadas zonas.